Asilah
Un lugar donde hoy algunos afortunados –y también ricos- poseen algunas de estas casas. Sus pasillos son silenciosos y decorados por puertas enormes pintadas con distintas gamas de verde. Las santa ritas caen de sus balcones mezclándose con aquel color inmaculado de las calles, algunas decoradas con murales.
Pero a veces, ese silencio de sus callejuelas se interrumpe con cuchicheos, que al acercarse se traducen en chicos jugando con un ¨trompo¨, como fantasmas de otra época, que al doblar la esquina desaparecen.
En Asilah, se respira la magia de la quietud, esa calma que te permite saborear, el tiempo con detalle, y te deja delante de la maravilla de poder observar, lo pequeño, las pequeñas cosas con sentido.
Labels: Marruecos
1 Comments:
This comment has been removed by a blog administrator.
Post a Comment
<< Home